Increíblemente se nos acabó el 2015 y es momento de hacer un recuento de todas las cosas que hemos pasado. Pues han pasado 12 meses, en los que hemos vivido buenas y malas experiencias, que nos han hecho crecer. En lo personal, ha sido un año bastante regular: no considero que me haya ido mal pero no ha sido espectacular. ¿Hubo cambios? Sí, fue mi primer año como egresada, fue mi primer año como parte productiva de la sociedad y fue mi primer año haciendome cargo de mi misma, por así decirlo. ¿Aprendí mucho? También. Pero fue un año en que pasé de ser una mujer joven arropada bajo el abrazo paterno, a ser una persona que tiene responsabilidades en las que nunca tuvo que pensar. Ahora me doy cuenta de las cosas que daba por sentado y entiendo mejor a mis padres. Asimismo, extraño más a mis amigos y sé que este proceso por el que estamos pasando nos cambió a todos pero aun seguimos manteniendo aquello que nos unió, y para el caso, se ha hecho más fuerte.

Literariamente hablando, como nos encanta decir en México, fue harina de otro costal. Lo primero es que no cumplí mi meta de 40 libros en Goodreads. Sin embargo, leí 37, que me parece una cantidad más que razonable. Tampoco leí más clásicos, y ese fue el segundo reto fallido, porque mi meta eran 5 y sólo leí 3. Aún así, los tres me gustaron bastante y me dieron la oportunidad de reencontrarme con Jane Austen, que es de mis favoritas y conocer a Alexandre Dumas y su Dama de las Camelias.

En donde si me fue bien, fue en el Reto Masivo, aunque a mitad del segundo semestre hubo un parón por parte de las organizadoras y ya no seguimos. Mismo caso en cuanto a acompletar sagas porque terminé de comprar las sagas de Harry Potter (me faltaban Los Cuentos de Beedle el Bardo), Maze Runner y Los Héroes del Olimpo. Y aunque me faltaron por completar dos de las que ya tenía iniciadas, añadí nuevos miembros a la familia. Lo malo, es que empecé otras... y sí, lo sé, yo misma me estoy juzgando pero qué le podemos hacer, así es la vida del lector.

De ahí, en el desafío Buscando a Harry, al no tener ninguna meta porque era encontrarse con los guiños, hechos por otros autores, hacía la saga del mago más famoso de nuestra época, encontré dos muy buenas, así que palomita en este reto. Por eso, para terminar, podemos concluir que fue un 50/50. Pudo ser mejor pero estoy contenta con lo obtenido, además, que aunque no lo parezca, tuve buenas lecturas y conocí historias que no me hubiera atrevido a probar sino hubiera sido por estos retos.

En lo privado, de momento, se vislumbran dos viajes. El primero para Marzo (en nada) y el segundo para finales de Junio. Ambos serán en plan familiar aunque el segundo es el más esperado porque nos vamos todos y cuando digo todos, incluyo tíos, primos, sobrinos, etc. Lo espero con ansías y sé que será una experiencia única.

También, deseo demostrar el amor que tengo por las personas que están en mi vida y compartir mis alegrías y mis tristezas con ellos. Mejorar en lo que he fallado este año y preocuparme más por mi salud, ya que muchas veces lo damos por sentado y me ha tocado pasar pequeños sustos (un ejemplo es la infección del ojo).

Ahorrar. De verdad. Me he dado lujos que antes no creía posibles (sí, me refiero a esa larga pila de libros pendientes), y como propósito de año nuevo, mi deseo es ser más consiente. No porque no lo fuera (vamos, soy contadora) pero sí recordar que los imprevistos existen.

Por último, y esto no está definido, unirme a nuevos retos y superarme a mi misma en todos los sentidos. Variar las lecturas, algo que he intentado hacer este año pero en lo que sé que hay un largo camino por recorrer. Y, seguir construyendo mi biblioteca personal con aquellas historias que me han marcado, de una u otra manera. Especialmente, las de buena manera.

Mientras eso ocurre, les deseo un feliz año y les doy las gracias por haber compartido estas vivencias conmigo. Espero, sigamos forjando esos lazos de cariño y amistad, y que sigamos cosechando buenos momentos.