Emma Carstairs ha descubierto que el amor que siente por su parabatai, Julian Blackthorn, no solo está prohibido, sino que incluso puede destruirlos a ambos. Debe alejarse de él, pero ¿cómo hacerlo justo en el momento en que Julian la necesita más que nunca? Su única esperanza es el Libro Negro de los Muertos, un compendio de hechizos con un terrible poder. Todos lo quieren, pero solo los Blackthorn pueden encontrarlo. Pero para ello deberán retar y vencer la voluntad del imponente Señor de las Sombras…

Desde la muerte de Malcolm, las calles de Los Ángeles no han dejado de llenarse de demonios marinos. Por ello, la Clave ha decidido enviar a los Centuriones (Cazadores de Sombras entrenados para ir a misiones especiales) a investigar el caso y dar por terminado el asunto. No obstante, las cosas se complican cuando las hadas se involucran y descubren que el rey noseelie posee un arma que podría destruir a los nefilim y sólo los Blackthorn y compañía tienen la llave para detenerlo.

En la reseña de Lady Midnight comentaba que, para mí, Renacimiento es la trilogía más completa de la autora. De entrada, venimos arrastrando muchos de los conflictos ocurridos en entregas anteriores y uno de ellos es el tema de la Paz Fría. Como recordarán, las hadas de Cassandra no son conocidas por ser dulces y buenas, y después de los acontecimientos ocurridos en Ciudad de Fuego Celestial, era obvio que no se iban a quedar de brazos cruzados. Por eso, es necesario recalcar la importancia de las hadas en esta trilogía, y en esta ocasión, tenemos la oportunidad de visitar la hermosa y terrible Féera.

Honestamente, a lo largo de toda la serie hemos escuchado de la belleza y los horrores que esconde la tierra de las hadas y me encanta que por fin hayamos podido conocer ambas cortes. Asimismo, retomamos el problema de Malcolm y Annabel. En este punto, ya sabemos lo que Malcolm está dispuesto a hacer por recuperar a su amada, sin embargo, no sabemos en qué condiciones regresara ella al mundo de los vivos. Y sí nos detenemos a pensar en el final, es claro que Annabel es una pieza fundamental en los eventos de esta trilogía.

Hay otras dos subtramas que igual empiezan a evolucionar y son el amor prohibido entre los parabatais y el registro de subterráneos que propone la Cohorte. La Cohorte es un grupo de cazadores de sombras extremistas que no están de acuerdo con la relación cordial entre subterráneos y nefilim y buscan tenerlos bajo control con el pretexto de cuidar a los suyos. Este es un tema recurrente en los libros de Cassandra y ya quiero saber cómo planea resolverlo esta vez.

Hablando de los personajes, mis favoritos siguen siendo Mark, Cristina y Kieran. Para mí, este extraño trío (cuarteto si incluimos a Diego) es lo que más me gusta de la historia y no puedo evitar fangirlear intenso cuando aparecen en escena. No obstante, en esta segunda entrega, Tiberius, Livia y Kit demuestran que ya no son niños y están listos para unirse a la acción. Me encantó tenerlos bajo el reflector y estoy segura de que seguirán dando de qué hablar.

Y bueno, a pesar de que Julian y Emma son los protagonistas, admito que no son santos de mi devoción. Julian es un personaje muy complejo, que en “El Señor de las Sombras” muestra su faceta más oscura, y me preocupa lo que pueda llegar a hacer. Por su parte, Emma es muy impulsiva y muchas veces toma las peores decisiones. Su relación en esta secuela es bastante tensa y aporta cierta pesadez al lector. Literal, cada vez que están juntos sientes la tensión emanando de ellos, y después de un rato, resulta sumamente pesado.

De ahí, si tengo algo que criticarle a la novela, es la necesidad de involucrar una y otra vez a los protagonistas anteriores. Solamente en esta entrega aparecen Clary, Jace, Alec y Magnus y se menciona a Isabelle y a Simon. También, la autora es fan de poner easter eggs en sus obras y aquí hay varias referencias a su próxima trilogía “The Last Hours”. No me molesta, pero sí siento que debería enfocarse en lo que está sucediendo ahora y no planeando cómo dejarnos pequeñas pistas de una historia que todavía tiene que contar.

Dejando eso a un lado, la novela es súper atrapante, el ritmo es bastante fluido y una vez que empiezas no puedes parar de leer. El final me destrozó por completo. Me entró una tristeza que fue como si me hubiera pasado a mí. No sé qué esperar de “Queen of Air and Darkness”, pero sé que lo necesito en mi vida. En conclusión, está segunda parte ha sido mejor de lo esperaba y se las recomiendo ampliamente si les gusta el mundo creado por Cassandra.

«Todo el mundo tiene miedo de algo. Tememos cosas porque las apreciamos. Tememos perder a la gente porque la amamos. Tememos morir porque valoramos estar vivos. No desees no tener miedo a nada, eso solo significaría que no sientes nada».