Al inicio de la novela, hay un prólogo que nos explica de dónde viene el impacto que Diez Negritos ha tenido en la literatura a lo largo de los años y lo resume en que la obra no sólo te plantea un caso, sino te reta a hallar al asesino, volviéndote con ello, el detective. Este detalle, difiere en la gran mayoría de los escritos de la propia autora, ya que normalmente tenemos un detective siguiendo pistas de sucesos ocurridos en momentos o días previos y aquí no, los asesinatos están ocurriendo en este instante y uno como lector, se vuelve parte de la novela, teniendo que analizar las reacciones de los demás invitados, su comportamiento, sus posibles motivos y prestar devota atención a los detalles, si no quiere ser la siguiente víctima. Si bien desde el principio, se nos advierte que habrá tres pistas que nos ayudarán a hallar la respuesta, es difícil resultar vencedor. El por qué es que todos resultan sospechosos en determinado momento y después de ir conociendo sus historias, ninguno está libre de culpa.

Por otra parte y otro de los grandes logros de la autora, es meterse dentro de la cabeza de diez personas totalmente distintas y lograr diferenciarlas. Y a pesar, de que hay momentos en donde las voces narrativas se juntan y puede resultar confuso, cada uno logra traspasar ese muro invisible y dejarte claro quién es. La ambientación es soberbia. Que mejor lugar para llevar un asesinato masivo que una isla sin posibilidad de escapatoria. Sin comunicación, en una ubicación remota y sin ayuda disponible. El ritmo es increíble. Empiezas a leer y si tienes la brillante idea de empezar de noche como yo, llega un momento en dónde te das cuenta que no puedes parar. Y se los digo porque recuerdo que ese día soñé con el libro, pensando en quién de todos era el culpable. Algo que pocos libros han logrado.

Claro está, no todo es perfecto, ya que cuando terminas la historia, hay cosas que se sostienen debido a las circunstancias y a una increíble suerte, siendo una de ellas, la tormenta que los deja aislados. Estas nimiedades no se notan a primera instancia, pero si lo analizas, te resultarán evidentes. Con todo y salvo esos detalles, creo que es una novela excelente, adictiva, inquietante y un sinfín de buenos adjetivos que no me vienen a la mente.

Diez negritos se fueron a cenar. 
Uno se ahogó y quedaron: Nueve. 
Nueve negritos trasnocharon mucho.
Uno no se despertó y quedaron: Ocho.