En pleno desierto iraquí, en un campamento arqueológico situado junto al yacimiento de Tell Yarimjah, Mrs. Leidner da signos de una creciente manía persecutoria que le provoca aterradoras alucinaciones. Aunque nadie da mayor importancia a sus temores, ya que cree que pretenden asesinarla, su marido —el director de la excavación— contrata a una experta enfermera para que cuide de ella. El Dr. Leidner y su equipo solo comprenden la gravedad del asunto cuando la mujer aparece muerta en su lecho con una horrible herida en la cabeza.

La enfermera Amy Leatheran es contratada por el Dr. Leidner para cuidar a su esposa Louise. Esta última ha estado recibiendo extraños anónimos y teme por su vida, pero el resto de la expedición arqueológica donde trabaja su marido no le presta mucha atención y creen que son invenciones suyas. Dichas invenciones se convierten en una cruel realidad cuando encuentran el cadáver de la señora Leidner tendido en el piso de su habitación. Es entonces cuando todos los miembros de la excavación se convierten en sospechosos y Hercule Poirot llegará para aclarar la situación.

Agatha Christie es una vieja conocida y como tal, sé que hay ciertos parámetros que repiten en sus novelas. Por ejemplo, aquí tenemos a doce personas que pudieron haber cometido el crimen. Algunas tienen coartadas y otras no, pero todas parecen tener algún motivo para asesinar a la víctima. Por ello, no podemos fiarnos de nadie y hasta el final conoceremos la identidad del asesino. En nuestra tarea nos ayudará la mismísima enfermera Leatheran, la recién llegada al campamento, que nos ayudará a analizar la personalidad de los involucrados y seguirá los movimientos de Hercule Poirot. Ella es inteligente e intuitiva y tardará poco tiempo en crear una buena mancuerna con el detective belga.

La ambientación es otro punto a favor de la novela: nos encontramos en un yacimiento arqueológico en pleno desierto sirio. Debido a esto es fácil envolverte en el aura de misterio que impregna la obra y empiezas a crear elaboradas teorías. Se nota que la autora utilizó su conocimiento sobre el tema (estuvo casada con el arqueólogo Max Mallowan) para transportar al espectador a este mítico lugar. 

Sobre el desenlace, puedo decir que Agatha Christie cuida mucho los detalles y poco a poco las piezas van cayendo en su lugar. No importa lo disparatado que parezca, al final todo tiene sentido. Me complace decir que, por primera vez, después de mucho tiempo, fui capaz de hallar al culpable. Tenía mis dudas, pero hubo un evento que me dio la respuesta.

Sin duda, esta obra trasciende por su increíble ambientación y magnífica construcción. Ha sido una maravilla viajar al Medio Oriente y unirme a esta expedición. Como dato extra les diré que, aunque esta novela fue publicada varios años después de “Asesinato en el Orient Express”, cronológicamente se sitúa unos días antes. Me encanta que la autora llene de guiños y referencias su propia obra y siempre es un placer irlos descubriendo.