Ella alberga un anhelo secreto.
Como buena amante de la naturaleza y de los animales, Beatrix Hathawaty siempre se ha sentido más cómoda al aire libre que en un salón de baile. Aunque ha asistido a varios actos sociales en Londres y posee una belleza clásico y un espíritu libre, Beatrix nunca se ha enamorado ni sabe lo que es que la cortejen formalmente. ¿Habrá llegado el momento de que la Hathaway menos convencional se conforme con un hombre ordinario sólo para evitar permanecer soltera?

Él es un hombre cínico y hastiado.
El capitán Christopher Phelan desea casarse, al regresar de la guerra, con la amiga de Beatrix, la vivaracha y coqueta Pruedence Mercer. Pero ésta recibe una carta en la que él le cuenta que las experiencias en el campo de batalla han hecho mella en su alma, y le queda claro que volverá cambiado. Cuando Beatrix se entera de la decepción de su amiga, decide ayudarla redactando las respuestas a las cartas de Christopher. En muy poco tiempo, la correspondencia entre Beatrix y Christopher se convierte en algo profundo y gratificante para ambos…, y cuando Christopher vuelve a casa, está decidido a reclamar a la mujer a quien ama.
Beatrix sabe que el capitán Christopher Phelan la encuentra bastante peculiar, no obstante, siente compasión de él al descubrir que su amiga Pru no piensa contestar la carta que él le escribió en busca de consuelo y contándole su situación durante la guerra de Crimea, así que decide contestarle e intercambiar correspondencia firmando con el nombre de Pru. Sin embargo, conforme va pasando el tiempo, entre ellos empieza a surgir algo más que una amistad y ella ya no puede seguir fingiendo. Por lo que, intentará despedirse y terminará enviando una carta por error.

Tengo que admitir que después de haber leído Esposa por la Mañana no esperaba que la siguiente historia estuviera a su altura. Por eso, fue una sorpresa muy agradable darme cuenta que me había equivocado y que Beatrix y Christopher se habían convertido en mi segunda pareja favorita de la serie. Comenzaré diciendo que esta novela se desarrolla de manera diferente a sus predecesoras, puesto que, en las entregas anteriores el romance o los sentimientos se iban revelando conforme avanzaba la trama, sin embargo, aquí la novela empieza contándonos cómo se fueron enamorando y cuál es su situación actual, ya que Christopher, a su regreso, no sabe que Beatrix ha escrito las cartas que supuestamente le ha mandado Pru.

Como telón de fondo tenemos la guerra de Crimea y vemos las secuelas, físicas y emocionales, que ha dejado en Christopher, puesto que, se fue siendo un joven mimado y de buena familia y regresó siendo un hombre que ha vivido en carne propia el dolor y la pérdida. Precisamente eso fue lo que me llevó a simpatizar con Christopher inmediatamente: ver lo mucho que había sufrido y lo mucho que Beatrix significaba para él, a pesar de que nunca se hubiera visto con alguien como ella. Asimismo, fue bueno ver reflejado que, conforme crecemos, nuestras necesidades y nuestros deseos van cambiando. Y que las apariencias o los prejuicios van desapareciendo conforme nos damos la oportunidad de conocer a los demás.

Si bien, a muchas personas podría molestarles la falta de acción, siento que esta novela es de personajes. Con esto no quiero decir que la historia sea triste o algo así, ya que si algo tienen los Hathaway es que son una familia con la que todas las cenas, las pláticas y las discusiones terminan con comentarios ingeniosos y cientos de risas. Además, volvemos a ver a nuestros anteriores protagonistas y conocer qué ha sido de sus vidas.

Entre los puntos negativos diré que después de descubrirse la verdad, el argumento sigue una misma línea y no hay grandes giros. También el final, me ha gustado, pero siento que quedaba mejor como final de historia que como final de serie. De ahí, debo decir que, para mí, fue de las mejores entregas de la saga y recordaré su historia por mucho tiempo.

«Aristóteles afirmaba que las estrellas están hechas de una materia distinta a los cuatro elementos terrestres... de algo llamado la "quintaesencia", y da la casualidad de que ésa también es la materia de la psique humana. Razón por la que el espíritu de los hombres se corresponde con las estrellas. Tal vez no sea un punto de vista muy científico, pero me gusta la idea de que todos llevamos dentro una pequeña estrella».