Había una vez... una joven princesa que era tan hermosa como la luz del día; que era aún más hermosa que la propia reina. Cinder y sus compañeros lograron suspender la boda real. El nuevo plan es lograr lo imposible: la rebelión en Luna, pero un solo paso en falso puede acabar con la vida y los sueños de todos. Lo que Cinder aún no sabe es que en Luna encontrará una aliada decisiva: una joven que con su belleza y su bondad puede ser la clave para destronar a la reina Levana. ¿Será Winter, la muchacha frágil e ingenua, la que les muestre a los lunares que existe una vida más allá de la manipulación y del terror?
Como hijastra de la reina, Winter ha tenido que soportar la extraña clase de diversión que tienen los miembros de la corte lunar. Por ello, aunque cuenta con el mismo don, se ha negado a usarlo en perjuicio de los demás y eso ha causado que sufra constantes alucinaciones que han deteriorado su estado mental. Sin embargo, la princesa tiene más fortaleza de la que aparenta y cuando un grupo de rebeldes invade Luna dispuestos a acabar con la reina, no dudara en ayudarlos sin importar las consecuencias.

Como todo lo que empieza tiene que acabar, la historia de Winter pone fin al viaje que inició con Cinder y compañía. Y en esta cuarta entrega vemos a nuestros protagonistas infiltrarse en Luna y levantarse contra Levana. Tienen que buscar aliados, crear estrategias y reunir un ejército. Por lo mismo, durante toda la trama sentí que estaba viviendo una verdadera guerra. Las cosas se tuercen y salen mal, pero tienen que pararse y continuar.

Me gusta que ninguno de los personajes salga completamente indemne, porque esos son los imprevistos reales de un movimiento de esta magnitud. Las escenas de la batalla son impresionantes y no hay medias tintas: es matar o morir. Casi sentí que estaba en medio del campo de batalla viéndolos luchar por su libertad.

De ahí puedo decir que, aunque el libro cuenta con más de 800 páginas, el ritmo es bastante bueno. La autora se las ingenia para mantener la acción, poner los puntos de vista de todos los protagonistas y continuar el retelling, que en este caso es la historia de Blancanieves. A simple vista no lo parece, pero poco a poco van apareciendo los elementos originales con una pequeña vuelta de tuerca.

A su vez, tenemos la oportunidad de conocer a los protagonistas de esta novela: Winter y Jacin. Winter me ha encantado porque utiliza sus debilidades para poner las cartas a su favor, mientras que Jacin está dispuesto a hacer lo que sea con tal de proteger a los que quiere. Por su parte, Cinder y Kai están increíbles en esta secuela. Ambos tienen varios de los momentos más memorables y se han llevado las palmas en todas sus escenas.

Scarlet y Wolf han sufrido las de Caín, pero siguen al pie del cañón soñando por un mundo mejor. Cress evoluciona considerablemente y deja atrás a la damisela en apuros, logrando enfrentarse a muchos de sus miedos. Thorne e Iko aportan la parte cómica a la historia, pero siempre están para infundir valor y no dejar hundirse a los demás.

Ya hablando de la ambientación, esta vez nos trasladamos a Luna y tenemos la oportunidad de conocer la capital, el palacio, los sectores exteriores, la economía, etc. Ha sido una experiencia muy completa y nadie se puede quejar de la diversidad de escenarios que hemos recorrido: Nueva Beijing, Francia, África y ahora la mítica Luna.

No obstante, no le doy las cinco estrellas porque algunas situaciones fueron demasiado convenientes. Además, me hubiera gustado tener un epílogo más largo, pero sé que todavía me falta leer las historias cortas y las dos novelas gráficas. Dejando eso a un lado, creo que ha sido un buen cierre para la serie y ya quiero leer de nuevo a mis bebés y embarcarme en la siguiente aventura.

- No es propio de princesas de diecisiete años estar a solas con jóvenes de dudosas intenciones.
- ¿Y qué me dices de los jóvenes que son sus mejores amigos desde que aprendieron a caminar?
- Esos son los peores. 

Marissa Meyer vive en Tacoma, Washington, con su esposo y tres gatos. Es fanática de casi todas las maravillas frikis (como Sailor Moon, Firefly u organizar su librero por colores). Ha estado enamorada de los cuentos de hadas desde niña, cosa que no tiene intenciones de superar nunca. Podría ser una cyborg. O no… Cinder, su primera novela, debutó en la lista de best Sellers de New York Times con gran éxito.

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