Grandes cambios se avecinan para Lara Jean. Ahora que ha conseguido el amor y la vida que soñaba, debe escoger una universidad. Eso puede significar cambiar de ciudad para perseguir el futuro que desea, o quedarse y mantener lo que ya tiene. Es una decisión demasiado importante… Cuando tu cabeza y tu corazón te llevan en direcciones diferentes, ¿a cuál de ellos sigues?
Una de las cosas que siempre me ha gustado de esta trilogía es lo fácil que es identificarse con la historia de Lara Jean. En “A todos los chicos de los que me enamoré” la vemos enamorarse por primera vez, en “P.D. Todavía te quiero” la vemos enfrentar los miedos que conllevan estar en una relación y en "Para siempre, Lara Jean" nos toca acompañarla en una nueva etapa de su vida, ya que está a punto de terminar la preparatoria y se está adaptando a la idea de separarse de su familia y sus amigos. Además, tiene la posibilidad de irse a estudiar a otra ciudad y duda si irse y dejar atrás todo lo que conoce o quedarse y nunca saber lo que se esta perdiendo.

Y ese proceso fue lo que más me gustó de la novela. Todos hemos pasado por ello. Todos hemos tenido miedo de enfrentarnos a lo desconocido y nos hemos preguntado si hemos hecho las elecciones correctas, pero a la larga tenemos que avanzar. Por si fuera poco, no es el único proceso por el que está pasando, ya que después de años de llevar una vida de luto, su padre ha decidido volverse a casar y las hermanas Song tienen que adaptarse a una nueva persona en casa con gustos, rutinas y costumbres diferentes. Para unas es más fácil que para otras, pero sigue formando parte de lo que es la vida.

Ya hablando de su relación con Peter, los vemos enfrentarse a grandes dificultades. Ambos están preocupados por lo que pueda pasar cuando entren a la Universidad y comienzan a distanciarse. Tienen que tomar decisiones difíciles y eso los unirá o separará para siempre. Me ha dado pena verlos sufrir, pero era necesario que pasaran por ello. Peter ha sido más de lo que podía pedir en este libro. Muchas veces me han dado ganas de entrar y darle un abrazo porque es un amor. Me ha recordado lo que es estar enamorada y velar por la seguridad de otra persona.

¿Qué no me gustó? Aunque estoy contenta con el resultado, debo admitir que la historia no fue completamente lo que esperaba. Para empezar, me quedaron a deber con Josh y John Ambrose McClaren. Ambos fueron personajes muy importantes en los libros anteriores y aquí apenas y se mencionan. También, por ratos sentía que estaba leyendo más de lo mismo. Hay capítulos en los que prácticamente no pasa nada y se echa de menos la acción. En ese sentido, fue la novela más plana de las tres.

Dejando eso a un lado, disfruté muchísimo el libro. Kitty, Margot, Chris, Lucas, los compañeros del equipo de Lacrosse de Peter… a todos los voy a extrañar. El final me dejó en lágrimas porque la última escena fue hermosa. Sé que quizá no ha todos les guste este final, pero para mí estuvo bien. Hubiera deseado que la autora agregara un pequeño epílogo, pero tampoco me quejo demasiado. Ha sido una trilogía que recordaré por mucho tiempo y me llevo a sus protagonistas en el corazón.

«Algún día, todo esto servirá como prueba, la prueba de que nos quisimos. Es la garantía de que, pase lo que pase en el futuro, este fue nuestro momento».

Jenny Han es conocida por sus novelas dedicadas a la literatura juvenil. Estudió en la Universidad de North Carolina y más tarde se especializó en Escritura Creativa por la New School de Nueva York, aunque ya había publicado su primera novela a nivel profesional. Tras su éxito, Han acometió la idea de publicar su primera trilogía, que se convirtió en uno de los libros más vendidos del NYT. La mayor parte de su obra se engloba dentro del género para jóvenes adultos, de corte realista y con grandes dosis de autobiografía. Su obra más conocida a nivel internacional es El verano en que me enamoré.

⟹ A todos los chicos de los que me enamoré 
⟹ P.D. Todavía te quiero