Mia Galliano quiere ser cineasta. Ethan Vance es estrella universitaria de fútbol. Ambos son sagaces, tienen hambre de éxito y comparten un secreto. Anoche, Ethan y Mia se conocieron en un bar, y, bueno, una cosa llevó a la otra, lo que a su vez los llevo a despertar... juntos. Todo se puso incómodo cuando se descubrieron compartiendo un taxi después de aquel acostón... rumbo al mismo lugar: las oficinas de Boomerang. Lo que empezó como una poderosa conexión entre ellos se convirtió en una cubetada de agua fría, cortesía de dos complicaciones: Boomerang tiene una estricta política en contra de las relaciones entre compañeros de trabajo. Además, ahora los dos están compitiendo por el mismo puesto de trabajo. A medida que sus prácticas profesionales llegan a su fin, ¿Ethan y Mia se las arreglarán para mantener la mira bien puesta en el futuro y sus manos lejos uno del otro, o acaso la fuerza de la atracción los podrá de vuelta justo donde empezaron?

Para ser honesta, no suelo leer New Adult, pero hace poco leí una historia con una premisa similar y pensé que la disfrutaría de la misma manera. No obstante, hubo cosas demasiado convenientes o demasiado surrealistas para que me lo terminara de creer. Primero que nada, Ethan y Mia compiten por el mismo puesto, pero en lugar de centrarse en pruebas o en detalles del trabajo, su única consigna consiste en salir con usuarios de la aplicación y crear un stand para una exposición. A partir de eso, nos la pasamos leyendo sobre sus hermosas fisionomías. No hay capítulo en que alguno de los dos no mencione la belleza sobrehumana de su posible pareja, y después de 200 páginas, se hace sumamente cansino.

También, Mia comienza siendo un personaje seguro de sí mismo. Confía en su físico y se siente segura en su propia piel, pero a mitad de la novela hace algo que la baja completamente de mi pedestal, y en lugar de disculparse o hacer algo para remediar el error que acaba de cometer, se queda callada. De ahí, el final resuelve el problema de uno de los protagonistas, pero el otro queda igual que al principio y no hay una posible solución a la vista. Hay un drama que se añade para que los protagonistas se unan y la relación se “formalice”, pero después de dicho suceso todo es demasiado bueno para ser verdad. La familia es encantadora, los amigos son maravillosos y sus compañeros de trabajo son super adorables.

Sin embargo, no todo es malo. Me ha gustado que la relación se dé gradualmente y de forma saludable. No hay faltas de respeto ni escenas violentas. Hay escenas de sexo, pero están bastante cuidadas. Ambos disfrutan de su sexualidad abiertamente y no hay slut-shaming al respecto. Entre otras cosas, no hay infancias terribles ni pasados oscuros. Los padres se involucran en la vida de sus hijos y se nota la preocupación por su bienestar. Uno de mis personajes favoritos ha sido la abuela de Mia. Una encantadora viejecita que logra enternecernos en todas y cada una de sus apariciones.

Dejando eso a un lado, les cuento que está es la primera parte de una trilogía. Lamentablemente, la segunda y tercera entrega jamás se tradujeron, así que sí desean continuar con la serie, deberán conseguirlos en inglés. En lo personal, aunque me genera cierta duda el destino de algunos de los personajes, no creo soportar más de lo mismo. Una lástima porque realmente quería que me gustara, pero no fue una novela para mí. Se las recomiendo si tienen ganas de mucho romance y no les importa toparse con ciertos clichés.

«No quiero esconderme ni demostrarle a nadie que vale la pena brincarse las reglas por mi, ¿sabes? Busco alguien que me quiera sin condiciones. Y ser capaz de quererlo del mismo modo. E ir por ello, sin más».

Noelle August es el seudónimo escogido por dos autoras americanas para firmar su obra literaria conjunta. Se trata de Veronica Rossi -de origen brasileño- y de Lorin Oberweger, dos escritoras cuyo interés por la literatura juvenil les ha llevado a publicar en común títulos como Boomerang. Rossi ha sido publicada en más de 30 países gracias a su serie Bajo el cielo eterno. Oberweger ha trabajado como profesora y como editora, trabajando habitualmente tras las bambalinas del mundo literario, bien como creadora de ideas o como escritora fantasma. Entre las dos han combinado su labor para publicar Boomerang, novela que fue traducida al castellano en 2015.