La princesa Eadlyn ha crecido escuchando interminables anécdotas sobre cómo se conocieron sus padres. Hace veinte años, America Singer entró en la Selección y conquistó el corazón del príncipe Maxon, y vivieron felices para siempre. Eadlyn cree que esta historia es demasiado romántica, y no tiene ningún interés en tratar de repetirla. Si fuera por ella, no se casaría nunca. Pero la vida de una princesa no es enteramente suya, y Eadlyn no puede escapar de su propia Selección, sin importar cuán fervientemente se oponga y sabiendo que esta no será como el apasionado cuento de hadas que vivieron sus padres… Empezará la competición, y Eadlyn descubrirá que alcanzar la felicidad no es tan imposible como ella pensaba.
Tras veinte años de reinado, Maxon y America han logrado eliminar el sistema de castas, sin embargo, todavía existen los prejuicios causados por años de segregación y parte de la población ha comenzado a revelarse. Para calmar la situación, ambos deciden que habrá una nueva Selección y tendrá como protagonista a su hija y heredera, la princesa Eadlyn Schreave.

A Eadlyn la noticia le cae como un balde de agua fría. Ha crecido sabiendo que algún día se convertirá en reina y siente que no necesita casarse para desempeñar su papel, no obstante, está consciente de lo tensa que está la situación y decide aceptar con una condición: los seleccionados pueden irse cuando quieran. Con esa excusa, decide sabotear la Selección y tratar de eliminar a los 35 candidatos.

Empezaré diciendo que, aunque La Selección no cuenta con un argumento extraordinario, tenía muchas ganas de leer una perspectiva diferente. Lo malo es que, casi desde el principio, cuesta empatizar con la protagonista. Eadlyn es independiente, fuerte y decidida, pero le falta humildad y tacto al tratar con los demás. Constantemente le dice a todo mundo qué hacer y los mira por encima del hombro. Por ello, cuando llegan los seleccionados, se dedica a hacerles la vida imposible, no hace el intento de conocerlos y los ignora o los trata mal.

Y en cierta forma, creo que es comprensible. Ha crecido rodeada de lujos y sus padres la han mimado demasiado, así que necesita darse de bruces con la realidad para crecer y madurar. Poco a poco la vemos cambiar de actitud y tomar en cuenta la opinión de los demás, siendo su mellizo Ahren, su mayor confidente y su mejor aliado. Me ha gustado la relación que tienen y es fácil encariñarse con él. Conoce las debilidades de su hermana, pero en lugar de echárselas en cara, la hace entrar en razón. De ahí, otros personajes que destacan son Kile, Henri, Erik, Ean y Hale. Mi favorito es Kile y me encantaría que se quedara con él.